Aquella mañana el Tribunal era un
hormiguero de gente. Como nunca antes, una multitud ocupaba la enorme sala. La
acusada en cuestión no era común; de hecho se la llevaba por primera vez en la
historia al banquillo de los acusados.
Se abre una puerta, el juez ingresa a la
sala. La multitud enmudece. Su señoría se sienta y sin perder tiempo comienza a
hablar:- Señores, nos hemos reunido aquí para llevar a juicio a uno de los
personajes más temibles de la historia de la humanidad: La Enfermedad. Los
cargos contra ella son: homicidio, acoso moral y físico, discriminación. Dado
que la acusada se negó a aceptar un abogado que la defienda, asumirá ella su
propia defensa.